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« Responder #14172 en: 06/09/09, 14:30:47 pm » |
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Demasiado volumen
Ibra ya nos dará caviar, pero no caigamos en el halago barato como se ha caído
Por qué los periodistas, que somos los que más rápido matamos a un deportista si no obtiene resultados, nos atrevemos a pedir paciencia al público con un futbolista que cobra millones de euros en los tiempos que corren, en los que no hay empresa que al primer síntoma de no obtener los mismos beneficios que el año anterior ya está jubilando o despidiendo a personal?
Paciencia se puede pedir para un chico de la cantera, pero pedirla para un internacional que viene avalado por sus 25 goles en el Inter, sus cuatro títulos en la Liga italiana, sus internacionalidades con Suecia, y que, además, ha sido cambiado por el tercer máximo goleador de la historia del Barça parece ya cuestión de babosos.
Lo extraño, llamativo y curioso de todo es que, con los pocos partidos que han jugado en esta temporada el Barça y el propio Ibrahimovic, ya hemos asistido a transmisiones en las que más de un locutor ha exclamado un "¡oh!" ante un quiebro elemental de Ibrahimovic, nada asombroso, una cosa sencilla, algo de lo que ni el mismo Ibra se sentiría orgulloso. Parece una narración de alguien que o bien no sabe de lo que habla o no recuerda el pasado más reciente de las exhibiciones que ha vivido el Camp Nou, donde se han visto exquisiteces como el regate diabólico de Romário a Alkorta o los malabarismos que nos descubrió Ronaldinho en sus primeros años. El público es sabio, no aterriza ahora en esto del fútbol y no es tan fácilmente impresionable como pueden serlo algunos periodistas jóvenes. El público del Camp Nou tendrá paciencia con Ibrahimovic, pero también tiene todo el derecho de ser exigente al mismo tiempo con cualquiera de sus futbolistas. Para eso paga. Y es en la exigencia y en la presión donde se tiene que basar el futuro éxito del sueco. Con un público endeble y una crítica entregada, que acepte todo y que se postre a la primera asistencia buena de Ibra, o que obedezca a las declaraciones públicas de Guardiola - "puede tomarse el tiempo que necesite"-,el jugador puede caer en otra actitud y hasta puede confundir la paciencia con él aquí, en esta ciudad, en este estadio, con que se lo tolerarán todo. Y no es eso. A estos jugadores multimillonarios hay que exigirles rendimiento al máximo desde el primer momento, aun a sabiendas de que Ibra está en baja forma física, o incluso comulgando con algo que no entendemos, como que necesita cierto periodo de adaptación al juego del Barça, un juego al que aquel que no se adapte a la primera es que realmente no sabe o no sirve para este deporte. ¿O no quedamos en que este es el equipo que practica arte y el mejor fútbol?
Los mismos que exigen paciencia al público con Ibrahimovic tendrían que darse tiempo o rebajar el volumen cada vez que el sueco toca el balón. Ibrahimovic es un delantero centro excepcional, pero no olvidemos que por este campo han pasado literatos del gol, auténticos pintores de la jugada más apasionante del fútbol. Este campo ha tenido la suerte de admirar a Cruyff, a Maradona, a Ronaldo, a Romário, y hoy en día tiene a Messi, el mejor jugador del mundo, capaz de driblarse a todo un equipo y marcar un gol. Ibrahimovic ya marcará goles espectaculares, ya hará regates hermosos, ya nos dará caviar, pero no caigamos como bobos en el halago barato como se ha caído, que incluso se ha destacado que en su primer día de entrenamiento haya disparado siete veces a puerta y haya metido siete goles. En un entrenamiento, ¡vive Dios! Por favor. Es el Barça, no el equipo de un pueblecito donde es la primera vez que están viendo fútbol.
Dagoberto Escorcia | 06/09/2009
Amén.
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