Quizás este artículo de opinión extraído de un periódico saque de dudas a más de uno con respecto a la pregunta anteriormente formulada... Lo cierto es que expresa a la perfección la situación en la que nos encontramos y el nivel de hipocresía de según qué personajes y sectores de nuestra sociedad...
Vaya por delante ante todo que yo no me caso con nadie y no es que comulgue con las ideas del PP, me considero de centro y lo que tengo que aplaudir lo aplaudo así como lo que es criticable lo critico... Por tanto, que nadie crea que por citar unas palabras de alguien del PP y aplaudirlas voy a ser "PPero" yo también, puesto que no es así...
Ahora bien, el siguiente artículo cita verdades como puños:
AL PATRÓN, CARBÓN17/12/2009 ANDREA Fabra
El comercio de la capital del Reino anda un poco decepcionado. En plena campaña navideña se frotaban las manos ante la convocatoria de UGT y CCOO fijada para el pasado sábado día 12 y que será recordada como una de las más exóticas y pintorescas del movimiento obrero.
Conocidas las dietas que se pagarían a los asistentes así como los trenes y autobuses que los trasladarían a Madrid, las previsiones de un comercio asfixiado incitaban a la esperanza.
Parecía una buena oportunidad, ante tan apreciable oferta turística, de acudir a la capital a pegar unos cuantos gritos contra los empresarios, esos que se "aprovechan de la crisis" cerrando sus arruinados negocios que no han sido solo su sustento sino el de sus empleados que hoy están en el paro. Eso sí, la consigna estaba clara, a José Luis Rodríguez Zapatero ni rozarlo, la leña contra el patrón y contra quien hace ya seis años que está en la oposición. Una burla a todos los españoles que sabemos que legislatura y media de socialismo zapateril nos ha costado, hasta la fecha, 1,7 millones de puestos de trabajo. Pero ya saben, los sindicatos no representan a los parados, solo a quienes lo son en potencia si este Gobierno no corrige urgentemente su errática política económica.
Para tan costosa puesta en escena los sindicatos convocantes contaban además con un maestro de ceremonias estelar: el Gran Wyoming, ese solidario militante de la subvención que percibe un importante sueldo en una empresa que no hace mucho recurrió, como tantas otras, a un expediente de regulación de empleo y sobre el que no se le ha oído decir ni mu.
Ese acaudalado progre de diseño que pone en boca de periodistas lo que no han dicho y que tiene la desfachatez de presentarse como víctima de un linchamiento mediático cuando resulta que el físicamente linchado ha sido otro.
El mismo que desde la atalaya Zindicalista llamó pirómanos a los empresarios imagino que para caldear una manifa a la que ni siquiera asistieron el 5% de los 300.000 liberados sindicales que tanto cuestan a las arcas públicas (a todos y cada uno de nosotros) haciendo caso omiso, para desgracia de los comerciantes madrileños, a quienes les han asignado tan desahogada misión.
Después de analizar el reciente fracaso sindical creo hacer encontrado el error de origen que se produjo en la convocatoria, y es que eso de citar en fin de semana, tiene sus riesgos.
Mientras, animados por ese espíritu navideño que ya nos invade a todos, los compañeros Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo pedían con una mano (la derecha) carbón para los empresarios, con la otra (la izquierda) redactaban la carta al rey mago ZP para que les compense por los servicios prestados.
Un presidente del Gobierno que tampoco es ajeno a estas cándidas fechas y que ha decidido reunir, con tres años de retraso, a los responsables autonómicos para... ¡felicitarse las fiestas! No hubo más. Y es que Zapatero convirtió la cumbre de presidentes autonómicos del pasado lunes en una farsa, en una encerrona en la que repartió una propuesta genérica e inconcreta vinculada a su ley de economía sostenible solicitando a los responsables autonómicos no el acuerdo sino su adhesión inquebrantable a la misma sin que ninguno de ellos la conociera de antemano y tuviera tiempo de hacer sus aportaciones.
Y es que este Gobierno funciona así, a golpe de ocurrencia, y cuando está de barro hasta el cuello, pretende eludir su responsabilidad buscando cómplices a los que cargar los problemas que él solo ha generado sin que le interesen los consejos y el debate que se requiere.
El Partido Popular lleva mucho tiempo tendiendo la mano a este Gobierno para ayudarle a reconducir la situación económica y solo hemos encontrado desprecio. La mano sigue tendida pero no para insistir en políticas fracasadas e improvisadas sino para abordar serena y seriamente los retos a los que debemos enfrentarnos sin demora. Y sin miedo. Otros ya lo han hecho. ¿A qué esperamos?
*Diputada nacional Partido Popular.
Fuente: Mediterráneo de Castellón.
Excepto el último párrafo, donde se echa florecillas a su partido, el PP, que tampoco es que lo fuese a hacer muy bien, el resto del artículo lo secundo al 200%...