Pues por aquí estoy

Por alguna razón (con lo bueno que soy yo xd) estoy en el infierno, con mis colegas los cornudos (xd), haciendo el ganso por ahí. El caso es que estaba en un programa concurso, y tenía que hacer una especie de circuito por las montañas y laderas del averno.
Para que os hagáis una idea, el escenario era similar a Moria (el hogar de los enanos de El Señor de los Anillos). Todo muy tétrico y oscuro. Había un camino que tenía que atravesar en concreto, que era en teoría el más jodido, que consistía en un caminillo muy estrecho que estaba en la ladera de un precipicio, que si me caía había como 47584784793 o más metros de profundidad.
Bueno, el caso es que me caigo y aparezco de repente en el infierno del infierno, osea, lo que vendría a ser aquel lugar del más allá al cual irían desterrados los más hijos de puta del infierno (que ya es decir).
Ahí estaba yo dando vueltas to feliz, y tras superar unas pruebas raras, unos colegas y yo nos encontramos con un extraño ser. Nos dice que si metemos la mano por un agujero que hay, podremos regresar al infierno otra vez (al infierno normal).
El caso es que meto la mano ahí y noto como si me la estuvieran chafando / triturando. Eso me iba absorbiendo para dentro, de tal forma que al final me veo metido todo enterito ahí dentro, triturao y chafao.
De repente cambia mi perspectiva y veo en tercera persona como unos cohetes salen de lo que es una especie de lanzadera (habría unos 6 ó 7) y veo como a mitad de camino, empiezan a perder altura y caen al suelo.
Es entonces cuando yo, otra vez en primera persona, me veo donde habían caído los cohetes, y es que resulta que lo que había quedado de mi iba ahí dentro, y esos cohetes iban dirigidos al infierno (recordemos que yo estaba en el infierno infierno).
Los demás cohetes llevaban cada uno de ellos una "persona" (o diablillo pal caso), que a la postre eran los que antes había comentao que nos habíamos encontrao con el extraño ser. Hablando llegamos a dos conclusiones:
1.-Los cohetes habían perdido altura porque se habían quedado sin combustible, y el combustible de los mismos no podía ser otro: ALCOHOL. Vamos, que les faltaba alpiste (viniendo de mi esto no es muy raro).
2.-No habíamos llegado a salir del infierno infierno.
Lo curioso del caso es que esa nueva zona del infierno infierno era el paraíso en verdad, todo lleno de florecillas, grandísimas esplanadas verdes, animales llenos de
hamor y felicidad y demás.
Deduzco del sueño algo relacionado con el alcohol y el "otro mundo". Dejaré de beber, que soy joven para morir