Intocable
Miércoles por la tarde, quedo con mi cita en el cine. No se que película quiere ir a ver. Me dice de ver la de Intocable. Me compadezco de mi mismo, pensando que voy a ver una tragedia para limpiarse las lágrimas con mantas y manipularnos emocionalmente. Que equivocado estaba.
Simplemente me parece increíble, tierna pero sin llegar al ridículo. Philippe, un multimillonario tetrapléjico contrata a Driss para que lo cuide. Driss es un chico de color de los bajos fondos. Y es dónde para mi reside todo el encanto de la película. Igual que en el Chico con Chaplin y el niño, es una pareja igual de entrañable. Driss no siente jamás piedad de Philippe, la película nunca busca la lagrima fácil ni que nos compadezcamos del protagonista, no vemos a un abuelo postrado en la cama pasando sus últimos días. No hay nada políticamente correcto y es lo que la hace tan mágica. No es una tragedia. Philippe no busca un significado a su existencia ni una respuesta divina a porque tiene ese problema. Simplemente lo acepta con una sonrisa y sigue disfrutando de la vida. Y lo más importante, no quiere que nadie se compadezca de el. Para mi más que devolver la fe en el cine, devuelve la fe en el ser humano.
Nota: 8/10