El caso de Gadafi es otro ejemplo de la dudosa moralidad de los gobiernos occidentales: el año pasado el mismo Gadaffi estaba en Italia impartiendo "clases de Corán" a 500 modelos (seguro que a Berlusconi le encantó la idea:
http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/08/100829_gadafi_visita_italia_lav.shtml) y en la prensa se hablaba de "el líder libio", y ahora de repente ha pasado a ser "el dictador", "el monstruo" y demás. En esto han tenido mucho que ver el eco que ha tenido la revolución en Egipto y su reflejo en los medios de comunicación, si no el tío hubiera seguido matando a todos los opositores que le hubiera dado la gana y no nos hubiéramos enterado.
En cambio, en Siria el dictador Bashar Al Assad también está masacrando gente y solo le han impuesto sanciones económicas algunos países. La diferencia es que la cantidad de petróleo que produce Siria es muy inferior y no sale rentable. Qué poco van a tardar EE.UU., Francia y Reino Unido en repartirse el petróleo, se estarán frotando las manos. En fin, por una parte me alegro de que haya un dictador menos en el mundo pero por otra habrá que ver si su sucesor es igual o peor que él, igual que en Egipto y el resto de países de la zona porque una cosa es cargarse a un dictador y otra muy distinta instaurar una democracia.