Os hago un copy/paste que lo mismo os mola leer (vale la pena)

"personalmente yo prefiero el vinilo"
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Sobre vinilos y CD´s*Haciendo memoria
Historia oficiosa:
A principio de los ochenta, el número de ventas de vinilos y cassettes junto con sus reproductores
eran estables.
Los fabricantes estudiaban el modo de aumentar las cifras.
Parece ser que alguien en la Philips Corporation tuvo la idea que sería bueno para sus accionistas e
inversores intentar conseguir que el consumidor de música se interesara de nuevo en comprar música
mediante la introducción de un nuevo formato
–que resultó ser más caro para el comprador y más barato para el fabricante-
y un nuevo aparato para reproducirlo.
Así nació el Compact Disc, por interés de las discográficas, presentado como un artículo que gozaba
de varias ventajas respecto al vinilo.
Como dato curioso, señalar que la duración máxima del CD en aquellos momentos, 74 minutos,
respondía al antojo de un directivo de que en un CD cupiera completa la Novena Sinfonía de Beethoven.
El dato en la actualidad
En el año 2008 la venta de vinilos creció más de un 200 por ciento,
mientras que el negocio de los CD´s no se recupera de la caída que viene sufriendo en los últimos años.
Si bien la cantidad de vinilos vendidos en el 2008
–casi dos millones de unidades-
no hace frente a los 360 millones de CD´s vendidos ese mismo año,
cabe remarcar la tendencia al alza de un formato que muchos ven como obsoleto.
¿Esnobismo?
No siempre.
Lo cierto es que desde que ha comenzado este revival
–aunque hay quienes nunca han abandonado el vinilo y otros que lo alternan con el CD-
han aparecido numerosos artículos en los que suele predominar más la búsqueda del impacto mediático
que el rigor científico.
No faltan fragmentos cercanos a la prosa poética, como éste:
“la calidez orgánica del sonido analógico"
–de analogía con la naturaleza, pues se basa en la electricidad y en la mecánica,
no en fríos dígitos almacenados en un disco óptico-
me devuelve a la vieja polémica....
En la Red tal debate no es extraño que acabe en tangana, cuando en foros y blogs los partidarios del CD
acusan a los vinilistas de nostálgicos y pedantes, mientras que éstos tildan a sus contrarios de insensibles.
La revitalización del vinilo también puede ser la respuesta de un sector de consumidores exigentes
(la "revolución mp3" sería otro caso muy distinto)
hastiados de los abusos de la industria discográfica.
El CD ha permanecido casi estable en su precio durante bastantes años,
pero recordemos que cuando salió al mercado era un auténtico atraco a mano armada,
y las primeras remasterizaciones de antiguas grabaciones analógicas reeditadas en CD
eran en muchos casos una chapuza en donde se perdían bastantes matices.
Por no hablar de las carpetillas o libretos reducidos a una hojita con el tracklist y poco más.
Recientemente algunas discográficas han mejorado en este sentido con los digipack,
que ofrecen una presentación menos fría que la anodina caja de plástico del CD.
¿Qué ventajas e inconvenientes se señalan?El vinilo reproduce en un surco la forma original de la onda de sonido, es un formato analógico,
por lo tanto el sonido no sufre procesos de transformación.
En este aspecto, se guarda en el mismo formato que se grabó en el estudio.
El vinilo reproduce desde las frecuencias más bajas hasta aquellas frecuencias altas que el oído
no puede captar directamente, pero permite que el sonido se mantenga rico en armónicos.
·Un vinilo puede sonar increíblemente bien, pero el giradiscos tiene que ser forzosamente caro,
así como la cápsula (conjunto de aguja e imán / bobina),
un brazo con muy baja resonancia y unos altavoces de calidad.
Quien recuerde los vinilos sólo a través de aquellos tocadiscos con pequeño altavoz incorporado,
transportables, utilizados en guateques caseros, no puede hacerse a la idea de cómo suena un buen vinilo,
tanto más si aquellos no estaban prensados en vinilo de buena calidad.
El tamaño de un long–play permite adjuntar vistosos grafismos,
parte de los cuales han pasado a ser objetos de colección, y textos legibles sin lupa.
El vinilo tiene tendencia a degradarse con el tiempo;
entonces aparecen los chasquidos crepitantes o que la aguja se fije en un surco,
repitiendo incansable un breve fragmento.
Los cuidados de limpieza son de gran importancia.
Para algunos, poner un vinilo es un ritual:
“relaja y descubres mejor las canciones, al contrario de esa pertinaz fatiga auditiva que causan los CD´s
por su larga duración y por la aséptica presencia de frecuencias”.
Sin embargo, la larga duración ha sido para otros una bendición.
El amante de la ópera, por ejemplo, no tiene que ver interrumpida tantas veces su audición
por tener que andar cambiando caras.
El CD nunca crepitará y es más fácil obtener en él unos agudos nítidos y sin distorsión,
problema que en los vinilos aparece sobre todo al final de cada cara.
Un reproductor de CD´s con una calidad de audición óptima,
siempre será más económico que un giradiscos con la misma calidad reproductora.
El formato digital de un CD está cuantificado, no reproduce la onda original de sonido,
sino que la mide X veces por segundo y la aproxima al valor más cercano de los que es capaz de
representar.
Los CD´s tienen una definición de 16 bits, o lo que es igual, pueden tomar 65533 valores distintos.
A su vez tienen una frecuencia de muestreo de 44.1 Khz, es decir, miden el valor de la onda 44100 veces
por segundo.
En resumen, mientras el vinilo puede tomar infinitos valores de forma continua,
los valores que registra el CD están limitados.
No obstante, para superar este inconveniente, o seguramente para volver a hacernos pasar por caja,
la industria ha creado nuevos formatos como el SACD o el DVD-Audio,
donde la definición y frecuencia de muestreo es muy superior.
Un CD posee en cualquier reproductor una relación señal/ruido de 90 dB.,
bastante superior a la que puede ofrecer el vinilo en giradiscos de calidad media,
de modo que la reproducción en pasajes de bajo nivel es bastante menos conflictiva.
Sin embargo, la industria musical del pop y el rock desaprovecha totalmente las posibilidades de rango
dinámico del CD, es más, las maltrata:
en un análisis de la mayoría de los discos que se editan, podremos comprobar que la música
está "comprimida" y prácticamente todo suena al mismo nivel.
Es una paradoja, porque la grabación/reproducción en vinilo sí que precisa de algunos procesos de
compresión y ecualización/reecualización para ofrecer buenos resultados de relación señal/ruido.
Un simple arañazo puede dejar inservible un CD.
En el caso del vinilo, puede seguir funcionando con algún ruido añadido.
Se han dado casos en que algunos procesos de oxidación e incluso de actuación de bacterias
han dejado inservible un CD sin apenas haberlo utilizado.
Si en un tocadiscos hay que renovar la aguja,
en un reproductor de CD´s hay que renovar el lector óptico cuando se niega a reproducir.
En fin, ahora que todos los formatos musicales se tambalean presionados por la Red,
el clásico microsurco mantiene vivas la esperanza y la polémica.
Joaquim Zueras Navarro