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MAKINA => MAKINA: GENERAL => Mensaje iniciado por: CALDERON 3.0 en 20/12/25, 16:47:28 pm
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ALCALÁ 20: 42 AÑOS DE UNA TRAGEDIA QUE MARCÓ EL MADRID DE LOS OCHENTA
Eran los tiempos de la mítica Movida madrileña, en la que no faltaban los locales de moda. Algunos eran nuevos y sus viejas instalaciones habían sido reconvertidas en modernas discotecas, con un toque más acorde a los nuevos tiempos y a unos gustos diferentes a los de otrora, en los que reinaba un ambiente más clásico y, si se quiere, hasta más formal.
Ese había sido el caso de la discoteca 'Alcalá-20', que otrora había albergado a la desaparecida sala 'Lido'. A pesar de que su nuevo aspecto era más informal, en su estructura, decorado e interiores, primaban todavía las viejas formas, escasamente adaptadas a los nuevos tiempos, con multitud de escalones y antiguos tapizados fácilmente inflamables, a lo que se añadía una deficiente seguridad para el público, con muy escasas salidas de emergencia, algunas de las cuales se encontraban férreamente atrancadas con un candado, tal como se encargaría de reflejar el diario 'El País' en una de sus ediciones en días posteriores a los que el fuego fulminó la vida de 81 personas, muy jóvenes todos ellos.
Un cuarto de hora antes de las cinco de madrugada del 17 de diciembre de 1983, a muy escasos minutos del cierre del recinto, una chispa provocada por un cortocircuito generó el caos en aquel local de marcha. Todos pudieron divisar detrás de una cortina una gran lengua de fuego que se propagó en cuestión de segundos debido a la fácil combustión de los materiales con los que se decoraba la sala de espectáculos. La zozobra se apoderó de los presentes sin saber qué camino tomar. Se dirigieron hacia las salidas, donde muchos perecerían por aplastamiento y asfixia. Mientras, el metacrilato, presente en prácticamente todos los tapices, contribuiría a matar con un humo espeso y demasiado tóxico a muchos otros. Según el doctor Cabrera, psiquiatra forense, aquella misma nube tóxica era similar a la empleada en algunos campos de concentración alemanes para matar a un mayor número de internos.
Por si fuera poco, las salidas de emergencia estaban cerradas a cal y canto, con el mítico candado que ilustró el diario 'El País' días después. Estas fueron un obstáculo más en la vida de aquellos jóvenes que perdieron la vida en lo que debía ser una jornada festiva. A todo ello se sumó que ni siquiera había extintores y se incumplían prácticamente todas las normas legales que se requerían para este tipo de locales. Las irregularidades se acumulaban a montones.
El incendio de la discoteca Alcalá 20 se saldó con 81 muertos. De ellos 31 fallecieron directamente por culpa del fuego, 13 lo hicieron por inhalación de humo y 36 aplastadas o asfixiadas al tratar de huir. La última víctima no estaba en el local ya que vivía en el edificio y perdió la vida al precipitarse al vacío desde su terraza tratando de escapar del humo.
Con un desolador y trágico balance, se vivieron desgarradoras escenas de dolor en las instalaciones del viejo Instituto Anatómico Forense de la Ciudad Universitaria madrileña, a donde acudían muchos familiares de las víctimas a tratar de identificar a los suyos.
Desgraciadamente, aunque se tomaron medidas para evitar sucesos similares, apenas seis años después, el 14 de enero de 1990, morían 43 personas en otro incendio en la discoteca 'Flying' en Zaragoza. Más reciente es aún otra tragedia ocurrida en el local conocido como 'Fonda Milagros', en Murcia, donde morían 13 personas el 1 de octubre de 2023, hace poco más de dos años. Lo que parece quedar claro es que no se ha aprendido del todo la lección de un suceso que, por desgracia, aunque en otra dimensión, se ha vuelto a repetir y se ha llevado de nuevo la vida de muchos inocentes que tan solo aspiraban a divertirse y pasarlo bien.