Yo de pekeño tenia una torre en una urbanizacion cerca de hostalric y vivia cerca de una casa qe avia canviao un uevo de veces de dueño porqe decian qe pasaban cosas raras y un dia decidimos colarnos aver si pasaba algo, y cuando estabamos dentro del jardin de la casa se empezo a escuxar de fondo una ambulancia, y un niño llorando y llamando a su madre y una mujer gritando como si ubiese pasao una desgracia o algo, depsues volvimos acasa y preguntamos a todos si avian escuxado algo y nadie avia escuxado nada. El año pasao, en nochebuena, bueno, la mañana sigiente, depsues de etsar de fiesta volvi a esa casa con to el pajareo pero ya no era la misma casa, avian exo una nueva, alomejor es qe la casa esa estaba embrujada de verdad y guardaba los ruidos de algo qe paso alli ace tiempo.
Tambien por donde yo vivo ay varias istorias asi en las urbanizaciones de alrededor, en las faldes del montseny ay una asa qe aora esta abandonada porqe dicen qe se olle una niña llorar por la noxe, ya qe ace tiempo vivia un matrimonio con su hija pequeña y un dia los dos se fueron a comprar dejando a la niña sola en casa durmiendo, pero s eve qe se desperto y se fue a jugar al jardin y se callo ala piscina y murio ahogada. Es lo qe se dice nose si sera verdad o no, la casa es guapisima, por eso me extraña qe no tenga dueño, alomejor e sverdad lo qe se cuenta...
Mi tía una vez me contó una historia que se contaba por el pueblo sobre una casa embrujada.
Una noche, un niño llamado Carlos se marchaba a su casa, cuando pasó junto a una casa abandonada, Carlos comenzó a escuchar fuertes gritos, comenzó a correr y siguió pensando en esa casa. Todos los que pasaban por la calle escuchaban los gemidos hasta que nadie más pasaba.
Un hombre joven pasó por la calle, escuchó los gemidos entró en la casa y nunca salió.
La noticia pronto se difundió y Carlos estaba muy asustado, no podía dormir ni comer. Carlos fue a preguntarle a su tía si podía dormir en su casa y ella le dijo:
- ¡Por supuesto carlos!
Al día siguiente, durante el desayuno, Carlos intentó olvidar todo eso, pero no pudo, así que fue a su casa y tomó una linterna. Fue a la casa embrujada, entró y vio algunas ratas hambrientas y quejumbrosas, no tenía ningún fantasma, el joven que había entrado en la casa nadie sabía lo que le había sucedido.