Los árbitros del Barça... y del Real Madrid
Cachondo y dicharachero. Presuntamente simpático y ofreciendo una imagen tan inmaculada como falsa de imparcial,
Joaquín Ramos Marcos es un todo personaje en la historia del fútbol español. La última de sus sentencias apunta a que en Sevilla, en el Benito Villamarín, Sergio Ramos (cuyo segundo apellido no es Marcos sino García) no cometió penalty en una jugada que por tan clara conduce al sonrojo. Aunque... ¿qué podría esperarse de un tipo que durante su carrera arbitral hizo gala de unos números tan curiosos?
A partir de las 'opiniones' con ánimo de sentencias de insignes colegiados de la historia de la Liga, echar una ojeada a su curriculum provoca hilaridad. Y los números, como la historia, no mienten.
Joaquín Ramos MarcosEntre 1979 y 1992 dirigió en 33 partidos de Liga al Barça, que ganó solamente 15, menos de la mitad. Si este dato no es suficientemente curioso, cabe resaltar también que le señaló más penalties en contra, 10, que a favor, 6. Y que el balance de tarjetas amarillas muestra que amonestó a 45 rivales... y 56 barcelonistas. En idéntico periodo de tiempo, dirigió 30 partidos al Real Madrid, con un balance de 18 victorias y 7 derrotas. Ramos Marco, el simpático, fue proclamado mejor árbitro de la Liga española en dos temporadas consecutivas: 1988-89 y 1989-90, en pleno esplendor de la 'Quinta del Buitre'. Corre la leyenda, nunca se sabrá si cierta, de que en una ocasión dirigió un derby con la camiseta del Real Madrid debajo del uniforme arbitral (por un apuesta con un amigo) pero es conocido que tenía unas llaves atadas a un llavero del Real Madrid y no es un secreto, ni él lo ha negado, que ha asistido invitado a más de una fiesta peñística del club madridista.
Ildefonso Urizar AzpitarteFamoso por ser el protagonista del pisotón de Stoichkov, Urizar dirigió entre 1978 y 1990 21 partidos de Liga al Barça. De todos ellos, el equipo azulgrana sólo ganó ocho, perdiendo siete. Y, cáspitas, también le señaló más penalties en contra que a favor: 7-6
Raúl García de LozaInstalado en la eternidad por ser el árbitro que dirigió el famoso Tenerife-Real Madrid de 1992, el gallego que tampoco consideró penalty la jugada de Sergio Ramos, comenzó su ascenso al estrellato años antes, cuando el 27 de octubre de 1985 dirigió un Sevilla-Real Madrid que acabó con empate a dos y sin pestañear anuló dos goles al equipo andaluz. Dos días antes del partido, se descolgó con unas declaraciones al diario 'El Progreso' en las que pronosticaba que 'Apuesto por el Madrid porque es el que más puntos está consiguiendo'. Y el día después de su actuación, satisfecho por su labor, fue más allá en su apuesta: "el campeón de la temporada será el Madrid". Sí, lo fue... Pero es que García de Loza también pasó a la historia por un derby entre Real Madrid y Barça en el Bernabéu, el quince de febrero de 1990, que ganó el equipo de Toshack por 3-2. 'Solamente' señaló un penalty a favor del Real, anuló un gol legal a Urbano y expulsó a Koeman, Aloisio y Johan Cruyff.
Entre 1977 y 1992, el Real Madrid conquistó ocho veces el título por tres el FC Barcelona. De esos ocho campeonatos del Madrid, cuatro los ganó por un margen igual o menor a los cinco puntos.
En la temporada 1978-79, campeón con cuatro puntos de ventaja sobre el Sporting, Pes Pérez sentenció el título con el duelo entre asturianos y madridistas en la jornada 27, que el Madrid venció por 0-1 en El Molinón para salir líder de aquel partido. Los más veteranos aún no han olvidado el atracó que sufrió el equipo dirigido en aquellos días por Vicente Miera. Madridista de pro, por cierto.
Una temporada después, en la
1979-80, el Real Madrid se llévó el título con un punto de ventaja (53-52) sobre la Real Sociedad. Se enfrentaron en la jornada 26 en el Bernabéu, llegaban empatados a puntos y el vencedor daba un paso de gigante al título. La Real ganaba 1-2 cuando en el minuto 89 el señor García Carrión le regaló un penalty al Real Madrid que le sirvió para empatar y mantenerles empatados a puntos. Tres jornadas después Ausocua Sanz evitó la victoria de la Real Sociedad en Alicante (0-0) frente al Hércules y en la penúltima Soriano Aladrén facilitó la derrota donostiarra en el Sánchez Pizjuán, con un gol de Bertoni en el minuto 83 tras una jugada iniciada en falta. Mientras, Enríquez Negreira empujó la victoria madridista sobre el Sporting (1-0) y Ramos Marcos ayudó a que el Real Madrid ganase en la penúltima jornada en Las Palmas, con un gol de Santillana precedido de falta.
En la
1986-87, la del play-off, la polémica también se hizo presente. El título fue para el Real Madrid con 66 puntos por 63 del Barça después de un curso con curiosidades varias. De entrada, en la jornada 8 el equipo de Venables ganaba 0-1 en el Bernabéu hasta que Urízar Azpitarte señaló el correspondiente penalty con el que Hugo Sánchez dio el empate al Madrid; en la 18, el equipo de Beenhakker venció al Murcia con un solitario gol de Hugo Sánchez, que nació de una falta en ataque no señalada; en la 20 Valdano marcó el 2-2 definitivo ante el Sporting en el minuto 84 con otra falta; en la 24 Álvarez Díaz obsequió al Real Madrid con un penalty en el minuto 88 que sirvió para derrotar (2-1) a Osasuna; en la 28 Mazorra Freire acuchilló al Cádiz en Chamartín con siete amarillas y una roja en un partido que sentenció (2-1) Hugo Sánchez a los 79 minutos tras una falta no pitada en el ataque andaluz; en la 30 cayó el Sevilla por idéntico resultado en el Bernabéu, con Benavente Garasa señalando otro penalty decisivo al borde del descanso favorable al Real Madrid; también de penalty, en la 32, ganó el equipo blanco al Valladolid en casa y de la misma manera que en la 34 evitó Ramos Marcos la derrota madridista en Sarrià (0-0), Urízar Azpitarte hizo lo propio una después, la primera del play-off, en el Camp Nou (0-0). Durante aquella campaña el Real Madrid se vio favorecido con trece penalties por seis el Barcelona...
En la
1988-89 también se llevó el título el Real Madrid con 62 puntos por 57 del FC Barcelona. Y las decisiones arbitrales tuvieron un peso más que sospechoso. En la séptima jornada el equipo de Beenhakker ganó (0-1) en Valladolid a través de un dudoso penalty; en la undécima Ramos Marcos protegió a los blancos lo suficiente como para vencer 0-1 en Logroño; en la 14 cayó el Atlético en el Bernabéu (2-1) con un dudoso gol de Martín Vázquez en el último minuto, con siete amarillas y dos expulsiones sufridas por los colchoneros a manos de Martín Navarrete; Ramos Marcos, otra vez, fue fundamental en su empate (1-1) en Atotxa en la jornada 22; en la 27 Ramos Marcos (se repite este nombre hasta la saciedad) evitó la derrota (0-0) en el Camp Nou aquella jornada recordada por ser el debut de Romerito en el Barça; en la 35 Urío Velázquez acabó de sentenciar la suerte del campeonato con el 2-2 que el Madrid arrancó en Málaga, con penalty incluido. Mientras, al Barça se bastaron Urío Velázquez en Pucela (0-0), Pes Pérez en Málaga (2-2), Valdés Sánchez en Mestalla (1-1) y Díaz Vega en Sevilla (1-1) para dejar las cosas lo más claras posibles.

Ahora la situación no parece ser demasiado diferente. Porque pueden cambiar los tiempos pero no los hechos, los árbitros que en el pasado hicieron su labor en el campo (gran Ramos Marcos a la cabeza) son los que ahora se llenan la boca con justicias inverosímiles, convierten errores mayúsculos en aciertos normales y cierran los ojos a toda lógica. Mientras al Barça se le escapaban dos puntos polémicos en Mestalla por un penalty de libro no señalado a Messi, en el mismo escenario unas manos de Higuaín no eran sancionadas para regalar dos puntos al Madrid. A la vez que en Getafe se le anulaba un gol legal al argentino, Pepe, en el mismo lugar, cortaba un balón con la mano mientras Ayza Gámez miraba a otro sitio. El 'no penalty' de Cornella a favor del Barça precedió a la polémica victoria madridista en Vallecas... Y, por fin, en el Benito Villamarín la situación alcanzó el cénit con la mano de Xabi Alonso y, sobre todo, con el paradón de Sergio Ramos en el último suspiro.
Qué aburrido es hablar de los árbitros dicen ahora. Desde luego, por sus hechos les conoceréis.
NOTAS DE UN FOROFO